Frescos en el presbiterio

1. La obra de Domenico Zampieri, llamado el “Domenichino”. Son de reportar al Domenichino (1581-1641) las bandas en estuco blanco y dorado con racimos, guirlandas, rosetas, óvalos, dentículos y placas con putti a bajorrelieve que adornan la cuenca del ábside. Condujo su obra pictórica entre el año 1624 y el 1628.

El fresco rectangular en el gran arco del presbiterio representa el Ecce Agnus Dei, o sea san Juan Bautista que indica a los futuros apóstoles Andrés y Juan la figura de Cristo.

Al centro de la cuenca absidial, La vocación de los hermanos Pedro y Andrés.

En el recuadro a la derecha, San Andrés conducido al martirio.

En el recuadro a la izquierda: La flagelación de san Andrés.

Dentro de una doble marquesina, apoyada por seis figuras en estuco apoyadas sobre falsas mensulitas y formando una luneta alargada, La glorificación de san Andrés.

Entre las ventanas del ábside, el Domenichino pintó seis figuras de virtudes: la Fe, la Caridad, la Religión, la Esperanza, la Fortaleza y la Oración.

En el capialzado de las ventanas, desnudos sosteniendo festones, de los que algunos putti arrancan peras, aluden al escudo de armas de los Peretti.